¿Cuándo debo llevar a mi hijo a terapia de lenguaje? La mejor respuesta sería en cuanto notes que hay un retraso en su desarrollo.
La terapia de lenguaje se puede empezar desde edades muy tempranas cuando hay otra situación que sabemos va a afectar el lenguaje más adelante, como por ejemplo labio paladar hendido, Síndrome de Down o pérdida auditiva.
Cada niño se desarrolla a su propio ritmo, pero hay unos hitos del desarrollo que nos sirven como guía para saber qué es lo esperado que haga en cada edad y poder estimularlo en caso de que no lo haya desarrollado.
Signos para ver si necesita terapia de lenguaje
6 a 9 meses
- No balbucea
- No tiene contacto visual.
- No se muestra interesado en interactuar con los demás.
12 a 18 meses
- No dice sus primeras palabras
- No usa gestos
- No imita palabras ni sonidos.
- No comprende instrucciones simples, como “ve por tus zapatos”.
2 años
- Dice menos de 50 palabras de manera espontánea.
- Dificultad para decir dos palabras juntas.
- No usa variedad de palabras como sustantivos, verbos, adjetivos, preposiciones y pronombres.
- No dice los sonidos /p/, /b/, /m/.
- Personas cercanas no entienden el 50% de lo que dicen.
3 años
- No habla con oraciones.
- No dice los fonemas /k/, /g/, /f/, /t/, /d/ y /n/.
- Personas cercanas no entienden el 80% de lo que dicen.
Si notas que tu hijo tiene estos signos, te recomiendo acudir a una valoración con una terapeuta de lenguaje, ella te podrá orientar sobre si tu hijo requiere terapia.
La intervención temprana da buenos resultados porque:
- Es más fácil estimular sus habilidades cuando el desfase es menor.
- Es más fácil aprender habilidades, que desaprender las que ya tenían y corregirlas.
- Entre más chico, tienen menos frustración de no poder hacer las cosas.
- Entre más temprano empiecen, más rápido terminan con la terapia, más rápido es su progreso si no tienen otras condiciones asociadas.
No hay ningún riesgo en hacer una evaluación cuando notas un retraso en el lenguaje de tu hijo, pero si no la haces se puede perder tiempo valioso que se pudo haber aprovechado.
Cada niño se desarrolla a su propio ritmo pero existe un rango de hitos de desarrollo que te dan un parámetro amplio para guiarte en lo que debes esperar que tu hijo esté comprendiendo y expresando según su edad. Son buenos para saber si hay retrasos, orientarte sobre la siguiente habilidad que debe desarrollar y para evaluar su progreso. Y lo más importante identificar en dónde se encuentra tu hijo y partir de ahí para ayudarlo.
No esperes a ver qué pasa, mejor actúa y ve qué pasa.
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