La alimentación y el habla están conectadas, los músculos que usamos para comer son los mismos que usamos para hablar. Los movimientos que tu hijo hace al comer, le dan la fuerza y la movilidad que necesitan los músculos de la lengua, labios y mandíbula para articular correctamente las palabras más adelante.
Tu hijo no van a pronunciar bien las palabras cuando empiezan a hablar, pero va a ir mejorando conforme practica y fortalece sus músculos orofaciales.
Para hablar correctamente, necesitas que la mandíbula, labios y lengua se muevan de manera independiente. Piensa en tu boca como una pirámide de porristas, donde la base (mandíbula) tiene que estar estable, el medio (los labios) tiene que tener un poco de movilidad para permitir que la punta (lengua), pueda hacer los movimientos más finos, como moverse hacia los lados, arriba y abajo.
3 Actividades para favorecer la alimentación y el habla
Puedes hacer estos ejercicios al principio de la comida, le das 5 bocados y después ya lo dejas que siga comiendo de manera independiente como él lo hace normalmente. Pronto empezarás a ver cambios y él sólo colocará bien la comida conforme vaya mejorando su fuerza. Empieza con comida suave como fruta o verdura y conforme vaya teniendo más control, pasa a pollo y carne.
Cuidar la postura es muy importante cuando hablamos de alimentación, fíjate que esté bien sentado en su silla, con un ángulo de 90 en sus piernas y con los pies apoyados, que su tronco y su cuello estén derechos.
Asegúrate que tu hijo esté listo para hacer estas modificaciones, que logre mantener la comida en las muelas sin ningún riesgo. Si no es así, contáctame y te daré modificaciones que puedan ir haciendo poco a poco, siguiendo los consejos de Terapia de Alimentación de Lori Overland de Talktools.
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