Las cajas sensoriales (sensory bins en inglés) son una gran opción para que tu hijo juegue y aprenda lenguaje. Las puedes hacer tan variadas como quieras y adaptarlas a las fiestas (Pascua, Halloween, Navidad).
La definición de cajas sensoriales es cualquier contenedor que tiene una base y varios objetos que tu hijo puede manipular con las manos o con utensilios.
Se recomienda usarlas de 1 año en adelante. La actividad de cajas sensoriales va acompañada de límites firmes, claros y consistentes, dile que no se come, no se avienta, no se tira. Es importante siempre estar cerca cuando las esté usando para evitar algún accidente, como que se lleve a la boca algo que no debe.
Ahora venden cajas sensoriales por todos lados, pero es muy fácil crearlas en casa, solo necesitas:
- Una caja grande de plástico, tu hijo necesita espacio para jugar y manipular los objetos.
- Un plástico o toalla debajo de la caja, esto delimitará claramente el límite en el que puede jugar y ayudará a hacer menos tiradero.
- Base (arena, arroz, frijol, pasta…)
- Objetos con los que pueda jugar (juguetes, palas, jarras, embudos, tazas y vasos de plástico, charolas de hielos, cubetas de playa, cucharas o cucharones de plástico, cartones de huevo, charolas de cupcakes). Usar sus juguetes favoritos es muy bueno para llamar su atención.
Recuerda siempre estar cerca para evitar que ingiera las bases. Estas son algunas ideas, pero puedes usar las que tú quieras. Si tu hijo es muy sensible a las texturas, ve probando diferentes y observa con cuál se siente más cómodo.
Por medio de las cajas sensoriales, tu hijo aprende a:
- Mantener su atención por más tiempo dentro de una actividad.
- Calmarse
- Controlarse
- Oportunidades de lenguaje
- Seguir instrucciones
- Aprender a jugar
- Jugar con sus hermanos
- Vertir de un contenedor a otro, medir cosas.
- Motricidad fina
- Crear, imaginar
Lo que queremos no es sólo entretenerlo, queremos ayudarlo a desarrollar habilidades de lenguaje, primero lograr que se quede haciendo una actividad contigo, que se siente, participe, ponga atención. Puedes practicar varias áreas de lenguaje de manera divertida, como:
- Lenguaje receptivo al esconder animales y pedirle que los vaya buscando.
- Imitar acciones al llenar un vaso y vaciarlo.
- Crear rutinas verbales- son palabras que se repiten una y otra vez de la misma manera. Puedes inventar las que quieras, puedes decir “cavar, cavar, cavar- adentro- vaciar”, mientras cavan la arena con la pala, la meten a un vaso y la ponen en un embudo.
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